En momentos en que Chile enfrenta serias restricciones fiscales y un llamado generalizado a reducir el gasto del Estado, el Ejecutivo ha generado controversia al insistir en incluir millonarias asignaciones para el futuro del Presidente Gabriel Boric una vez que deje La Moneda.
Según reveló La Tercera, la propuesta del Gobierno contempla cerca de 17,6 millones de pesos mensuales brutos para el exmandatario, que se desglosan en 7,3 millones para dieta personal y más de 10 millones para financiar oficinas, personal, secretaria y viajes. Todo esto en un contexto donde la ciudadanía demanda eficiencia, transparencia y reducción del gasto público.
Diputados oficialistas incluso reconocieron que no apoyarán la medida, señalando que el Ejecutivo estaría interpretando de manera forzada la Ley de Presupuestos para asegurar recursos que deberían ser revisados por el Congreso.
El debate se encendió en el marco de la discusión presupuestaria, ya que esta asignación se incorporaría desde marzo de 2026, cuando Boric deje la Presidencia. Legisladores de distintos sectores han cuestionado que, en vez de dar señales de austeridad y disciplina fiscal, el Gobierno esté preocupado de “asegurar el futuro económico del Presidente” con recursos del Estado.
“Mientras los chilenos viven con inflación, cesantía y alzas de precios, el Gobierno pretende garantizar oficinas, secretaria y gastos personales para Boric. Eso es inaceptable”, afirmó un parlamentario opositor.
La crítica apunta también a la contradicción del discurso presidencial: mientras el propio Boric ha hecho llamados a la sobriedad y a limitar privilegios, su administración busca precisamente consolidar beneficios que van en la dirección contraria.
La polémica vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el uso responsable de los recursos públicos y la urgencia de aplicar una verdadera política de austeridad estatal.

