La familia de Andrés Rojas Alfaro, de 68 años, ha hecho pública una grave denuncia de negligencia y falta de servicio que, según afirman, llevó a la muerte de Rojas a las afueras del Servicio de Urgencia del Hospital de Ovalle. La denuncia, liderada por su hermana Mirtha Rojas, detalla una serie de eventos que evidencian una supuesta cadena de errores médicos y administrativos.
Según el relato de Mirtha, el 27 de diciembre de 2024, a las 20:17 hrs, su hermano Andrés acudió al Servicio de Urgencia del Hospital de Ovalle con dificultad para respirar y dolor en el pecho. Fue derivado al CESFAM Jorge Jordán, donde un médico lo diagnosticó con bronquitis obstructiva y lo envió a casa sin ordenar exámenes complementarios. La familia asegura que el informe de autopsia posterior desmintió este diagnóstico, revelando que el Sr. Rojas padecía de neumonía, una condición que requería atención médica inmediata.
Horas más tarde, a las 00:34 hrs del 28 de diciembre, Rojas regresó al Servicio de Urgencia del Hospital de Ovalle debido al empeoramiento de su estado. A pesar de haber llegado a las 01:00 hrs y de su evidente malestar, se le informó que debía esperar hasta las 6:00 de la mañana para ser atendido.
Ante la prolongada espera, Rojas salió del recinto y, a metros de la entrada, sufrió un infarto fulminante al miocardio. Testigos que intentaron ayudarlo alertaron al personal del hospital, pero este se negó a salir a prestar ayuda, argumentando que sus protocolos no lo permitían. Andrés Rojas falleció en el lugar, sin recibir asistencia médica.
La familia ha calificado el manejo del caso como una “falta de servicio” por parte del Hospital de Ovalle, acusándolo de desatender a su hermano en dos ocasiones y de dejarlo “morir de forma indigna en la calle”. Además, han denunciado una supuesta alteración en los registros de ingreso del paciente.
El caso ha sido presentado al Servicio de Salud en La Serena, pero la familia denuncia que tanto el hospital como el consultorio han “frustrado la mediación” y retrasado la entrega de los certificados correspondientes, lo que les impide iniciar acciones legales. También han señalado que se ha negado el acceso a las cámaras de seguridad y la posibilidad de interrogar al personal de turno, lo que, según ellos, busca “retrasar el tema legal”.
La familia Rojas, profundamente afectada, ha expresado su dolor y frustración ante lo que consideran una “falta de humanidad y empatía” por parte de las instituciones de salud, y exige justicia por la muerte de Andrés.