“Tan cerca y tan lejos” es una frase que conocen muy bien los habitantes del sector rural norte de la
comuna de La Serena. Por la Ruta 5 Norte, a 25 minutos del centro de la comuna, se encuentra la
primera localidad, El Romeral. Rodeada de cerros y colindante a la minera del mismo nombre, este
pueblo habitado por varias familias, en su mayoría adultos mayores, no tiene grandes problemas de
seguridad, pero sí de conectividad comunicacional; por esto es imprescindible el trabajo de los
gestores territoriales de Seguridad Ciudadana Municipal para atender sus necesidades y sobre todo
sus emergencias.
“Gran parte de nuestro territorio es rural, pero tienen las mismas o más necesidades que los vecinos
del sector urbano; cosas tan simples como llamar por teléfono, para ellos es mucho más complicado
o a veces imposible. Por esto estamos reforzando los patrullajes en la ruralidad serenense. Queremos
conocer sus necesidades y atenderlas. En esta gestión trabajamos para llegar a todos los rincones de
la comuna, es un camino largo, pero estoy segura de que lo lograremos”, aseguró la alcaldesa de La
Serena, Daniela Norambuena.
La Dirección de Seguridad Ciudadana ha dividido el trabajo en tres territorios rurales: el primero, los
pueblos que se ubican por la Ruta 41, hasta el límite con Vicuña, el segundo, los sectores desde San
Roque hasta La Laja y el tercero comprende la ruralidad de sectores como El Romeral, El Siciliano, El
Chacay Alto y El Chacay Bajo. Estos últimos son visitados una vez por semana por profesionales del
municipio para conocer en terreno sus necesidades y atender sus requerimientos en temas de
seguridad.
Beatriz Leyton, presidenta de la Junta de Vecinos de Romeral N.º 15, manifestó que “al verlos pasar o
comunicarse con los dirigentes, eso indica que nosotros estamos cubiertos y si anda algún
malhechor, obviamente que van a ahuyentarse y saber que nosotros estamos protegidos y que
estamos en comunicación con Seguridad Ciudadana”. Agregó también que “lamentablemente
nosotros no tenemos conectividad y digo lamentablemente porque si bien nosotros estamos tan
cerca de la ciudad, a 25 minutos, estamos tan lejos de la civilización. Lo digo yo y siempre lo
manifiesto así, porque lamentablemente si ocurre algún accidente, alguna cosa, nosotros nos
dirigimos a Seguridad Ciudadana para que ellos nos puedan ayudar con carabineros o ambulancia”.
Estos sectores de igual manera han sido beneficiados con cámaras de seguridad y alarmas
comunitarias, las que han sido ocupadas en muy pocas ocasiones por la comunidad.
“Trabajamos con vecinos y dirigentes de organizaciones funcionales y territoriales. Entendemos que,
por la lejanía, hay instituciones que no pueden llegar a estos territorios y nosotros les entregamos las
herramientas a los vecinos para que puedan prevenir el delito a través de la organización, además de
articular redes intramunicipales cuando hay alguna necesidad. Vienen acá una vez a la semana y en
cada entrevista, ellos nos informan que se han mantenido tranquilos y cuando conocemos de algo,
nosotros lo gestionamos, porque aquí el problema que hay es que no tienen acceso a internet ni a
señal celular. Son pocos vecinos que tienen antena satelital y que tienen acceso a internet. Entonces,
por lo general, cuando ha habido problemas de seguridad, se contactan conmigo y yo hago las
gestiones correspondientes con carabineros, por ejemplo”, informó Sandra Cáceres, gestora
territorial de la Dirección de Seguridad Ciudadana del territorio rural.
La localidad de El Siciliano lleva ese nombre por un habitante que llegó hace muchos años a ese
lugar, donde en su mayoría habitan familias; es el caso de Bernarda Contreras, presidenta de la
agrupación vecinal social y cultural que lleva el mismo nombre del sector. “Como están viniendo más
seguido, ya estamos más tranquilos, con más confianza ya. En este último no ha pasado nada, pero
siempre es bueno que anden dando su vuelta y estamos muy agradecidos por eso en todo caso. Pero
cualquier cosa, uno avisa al tiro a Seguridad Ciudadana y ellos se comunican con carabineros”.
Gladys Torres es presidenta de la Junta de Vecinos El Chacay Bajo; ella nació en el sector y a los 20
años emigró a la ciudad para educar a sus cinco hijos. Una vez cumplida esta misión, volvió hace 20
años nuevamente a este sector. “La ciudad no era para mí, no era una cosa que yo podía vivir
tranquila. A mí me gusta el campo, la tranquilidad, que uno no viva pendiente de que te van a meter
a robar, sólo de tus animales y de ayudar a las personas acá, porque yo soy muy entregada a la gente
que vive acá, porque yo vi que ellos vivieron muchas carencias y quiero que no vivan eso. Ya usted ve
que ahí está asfaltado; lo que necesito es la conectividad y necesito la luz para los vecinos. Quiero
que toda mi gente viva dignamente y los niños se eduquen acá y que no se vayan a la ciudad”.
Por último, agregó que funcionarios municipales “vienen todos los meses, a veces cada 15 días, pero
en un caso que uno tenga algún problema, uno los llama y tienen al tiro la conectividad con los
carabineros. A mí me ha servido bastante, incluso a veces por un accidente o una enfermedad de
alguien, uno llama a los hospitales y no le contestan, entonces llamamos a seguridad y contestan y
tenemos una buena comunicación”, finalizó.
El trabajo de los gestores territoriales del sector rural, a pesar de lo amplio de este sector, se efectúa
semanalmente con el objetivo de mantener la presencia en estos sectores y, por supuesto, atender
las necesidades de estas localidades.
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